(fotografía de la Plaza de la Constitución Española de 1978, Pamplona)
Quienes formamos parte de Sociedad Civil Navarra somos personas a las que nos une la defensa de los valores constitucionales.
La Constitución es un elemento de consenso entre españoles por lo que representa de superación de viejos conflictos. Por eso nos posicionamos frente a quienes quieren reabrir viejas heridas polarizando el debate político y reavivando las dos Españas enfrentadas.
Creemos que la España nacida de la Constitución del 78 es una extraordinaria plataforma que nos ha permitido vivir el periodo más largo de paz y prosperidad de los dos últimos siglos y que nos posibilita mirar al futuro con garantías. No queremos que este acuerdo histórico entre españoles se rompa por políticas polarizadoras y extremistas ni por intentos de disgregar nuestra realidad territorial.
En este sentido consideramos que el Estado de las Autonomías recogido en la Constitución es el cauce de integración de las distintas realidades sociales culturales y económicas. La misma Constitución establece los mecanismos de su propia reforma, si en algún momento fuera necesaria. Si se diera este caso, consideramos que tales reformas deberían concitar, al menos, el mismo apoyo político y social con el que se aprobó el texto constitucional.
Defendemos el marco institucional de Navarra como comunidad diferenciada, y como parte de la nación española y de la Unión Europea.
Queremos también una Navarra orgullosa de su historia, de sus tradiciones y de su patrimonio cultural; una Navarra emprendedora y atractiva económicamente, que esté preparada para hacer frente a los retos de un mundo global; y, por supuesto, una Navarra en la que se promueva la igualdad de todas las personas.
En Sociedad Civil Navarra entendemos que la Unión Europea sigue siendo la referencia universal de índole civil que con más solidez defiende el humanismo, la solidaridad y el progreso socio-económico.
Consideramos que las víctimas del terrorismo han pagado el precio más alto por la defensa de la libertad y es por eso que les debemos gratitud por su compromiso, reconocimiento y respeto a su memoria. La lucha contra el terrorismo es también la lucha por un relato que se mantenga por generaciones, que distinga claramente entre víctimas y verdugos y donde no quepa blanqueamiento alguno de estos últimos.
Nos proponemos aunar esa gran mayoría de navarros que piensan que estas premisas forman una base de estabilidad política, de desarrollo económico y de paz social para los años futuros. Y por eso queremos reunir voluntades en torno a ellas, acogiendo a ese amplio abanico ideológico que constituye nuestro patrimonio constitucional.