Cambios en el Premio Príncipe de Viana

Cambios en el Premio Príncipe de Viana

Hasta el pasado 23 de diciembre del 2015 y a lo largo de sus 25 años de historia, el Premio Príncipe de Viana nunca había generado un debate social o una polémica en los medios de comunicación.

Por lo tanto, no se entiende la nueva decisión unilateral de un Gobierno Foral que olvida con demasiada frecuencia que debe tomar decisiones y gobernar para todos los navarros, no sólo para unos pocos.

¿Responde este cambio de formato al intento de escenificar, con intereses claramente políticos, el mito del Reino de Navarra conquistado y unido por la fuerza a la España opresora? La separación del homenaje a los Reyes de Navarra y la entrega del Premio Príncipe de Viana podrían ir en esa dirección. O tal vez se trata simplemente de un gesto gratuito de republicanismo diferenciador.

Desde 1993 y hasta la actualidad, el Premio ha sido entregado por el actual Felipe VI en su calidad de Príncipe de Viana por ser el heredero del Reino de Navarra.

Recordemos que Carlos III instituyó en 1423 el Principado de Viana para su nieto Carlos de Evreux, hijo de Blanca de Navarra y el infante Juan de Aragón (futuro Juan II). En aquella época era muy frecuente en las monarquías occidentales la costumbre de dotar de mayor boato y prestigio a las herederos de las casas reales mediante estos títulos.

Así, el heredero de Inglaterra se titulaba “Príncipe de Gales” desde 1283; el aragonés “Príncipe de Gerona” desde 1350 y el castellano, “Príncipe de Asturias” desde 1388.

Los títulos llevaban aparejados una serie de villas, bienes o territorios que generaban unos ingresos para el heredero de la Corona. El “Principado de Viana”, en el caso de Navarra, no fue un territorio homogéneo, sino que tuvo por cabeza Viana pero incluyó las rentas de los castillos de Toro, Fitero, Buradón, Ferrera y Marañón, además de las villas de Peralta, Cadreita, Corella y Cintruénigo, Laguardia, Genevilla, Aguilar, etc.

Tras la muerte del Rey en 1425, se asimiló el título de “Príncipe de Viana” al heredero del Reino de Navarra, así que no tiene ningún sentido vetar la presencia de la Casa Real.

Cuestiones históricas aparte, tampoco se comprende la decisión de eliminar la dotación económica del premio (25.000 euros) ni el cambio de sede para la ceremonia de entrega. Desde la creación del Premio en 1990, coincidiendo con el 50 aniversario de la Institución Príncipe de Viana,  la entrega del galardón se había efectuado en el monasterio de San Salvador de Leyre sin ningún problema.

La relevancia del monasterio benedictino dentro de la historia del reino de Pamplona y más tarde del reino de Navarra, además de ser panteón real de los primeros reyes, está fuera de toda duda y no ha habido ningún debate ni petición ni protesta de los ciudadanos navarros para suprimir dicha dotación económica o para cambiar el lugar de la ceremonia de entrega del galardón.

En definitiva, la sociedad navarra asiste de nuevo a una serie de decisiones extrañas y sorprendentes que no estaban en ninguna agenda. O por lo menos, en la agenda de la mayoría.

¿Por qué se gobierna para unos pocos?

Sociedad Civil Navarra. Lo que nos une.
Nafarroako Gizarte Zibila. Batzen gaituena.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Si continúas usando este sitio, aceptas el uso de cookies. Más información

Los ajustes de cookies en esta web están configurados para «permitir las cookies» y ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues usando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en «Aceptar», estarás dando tu consentimiento a esto.

Cerrar