Cuando la Coca-Cola cambió el color de Papá Noel

Cuando la Coca-Cola cambió el color de Papá Noel

Los inmigrantes holandeses que fundaron a comienzos del siglo XVII la ciudad de Nueva Amsterdam, el actual Nueva York, importaron sus costumbres del continente, entre ellas la Fiesta de San Nicolás o Sinterklaas, que se celebra todavía hoy en día los días 5 y 6 –la víspera y el día del santo- según una tradición que se remonta al año 343. Al igual que Santa Claus, San Nicolás repartía regalos entre los niños pero se le representaba a caballo, vestido en blanco y rojo, con una mitra y un gorro típico con borla blanca y no venía de Laponia: llegaba a la casa de los niños desde España, acompañado de sus ayudantes, los Pedritos y de su caballo Ameriego.

Así pues, de Nicolás de Bari, un obispo del siglo IV nacido en Patara (Turquía), nace la historia de Santa Claus. En sus antiguas representaciones era delgado y portaba estrellas y cruces en su vestimenta de color verde. Según cuenta la leyenda, un padre arruinado se vio obligado a prostituir a sus tres hijas. Nicolás de Bari deslizó unas monedas a través de la chimenea de la casa familiar para paliar su situación de pobreza. Las monedas cayeron dentro de las medias de lana que las tres hermanas habían colgado para secar en la chimenea. De esa anécdota surgió la idea de que el legendario personaje se deslizara por las chimeneas y dejara sus regalos en los calcetines colgados.

En 1809 , Washington Irvin escribió el libro Historia de Nueva York, una sátira en la que deformó el nombre neerlandés Sinterklaas en la simplificada pronunciación angloparlante Santa Claus o Santa, como actualmente lo conocemos. Dos décadas más tarde, en 1823, el poeta Clarke Moore definió y representó al personaje de Irving como un duende pequeño y delgado que conducía un trineo tirado por renos y regalaba juguetes a los niños la víspera del Día de Navidad.

A comienzos del siglo XIX, L. Frank Baumse consagró en 1902 la figura de Papá Noel como un anciano regordete y bonachón, con una frondosa barba blanca y una enorme barriga, aunque vestido con ropa verde de borde blanco con puntos negros.

Pero el cambio de color llegó antes de la Segunda Guerra Mundial, en 1931, cuando un ilustrador norteamericano de origen sueco llamado Haddon Sundblom fue el encargado por Coca-Cola de remodelar la imagen de Papá Noel con los colores de la compañía. Como inspiración, Sundblom se apoyó en aquel poema de Clement Clark Moore, escrito en 1822, donde Santa Claus ya era representado en color rojo.

Había nacido el Papá Noel moderno.

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