Algunos suelen recordar la época dorada del deporte navarro en la que Osasuna jugaba la Champions y finales de Copa del Rey, el Portland San Antonio era el mejor equipo de Europa o el Itxako triunfaba en España y parte del extranjero. Esos tiempos no volverán… o sí.
Y es que vivimos un momento de cierta prosperidad deportiva en Navarra con proyectos hechos desde la base, con presupuestos bajos, lógicos, y con deportistas de la propia comunidad.
Ejemplos tenemos de sobra: Osasuna está cerca de volver a la élite del fútbol español con una plantilla de perfil joven y navarro, formada en Tajonar; el CD Tudelano está disputando el playoff de ascenso a Segunda División con un equipo plagado de jugadores navarros, incluso su portero ha superado el récord histórico de minutos imbatido; el Helvetia Anaitasuna ha sido subcampeón de la Copa del Rey de Balonmano; el equipo femenino de Beti Onak ha luchado por subir a División de Honor; los equipos Magna Navarra y el Aspil Vidal son equipos referentes en la LNFS…
Todos estos casos nos demuestran que con mucho menos se puede llegar a metas muy parecidas, e incluso superiores. Y todos estos equipos lo están consiguiendo con esfuerzo y trabajo, valores muy arraigados a la sociedad y cultura navarra.
Deseamos que sigan cosechando éxitos y que sigan llevando por España y Europa el nombre de Navarra con la humildad y orgullo con los que lo hacen.