Fernando Pérez de Funes y las llamadas Biblias de Pamplona

Fernando Pérez de Funes y las llamadas Biblias de Pamplona

La Biblioteca Municipal de Amiens (Francia) y la universidad de Aubsburgo (Alemania) custodian las llamadas Biblias de Pamplona, que están considerados como dos obras excepcionales de la miniatura altomedieval europea. Se trata de dos códices confeccionados por Ferrando Petri de Funes y su taller, alrededor del año 1200.

Ferrando Petri (o Fernando Pérez) de Funes era un canónigo de la catedral de Calahorra y llegó a obtener el título de canciller real entre 1192 y 1194, durante el reinado de Sancho VI el Sabio. Tres años después, en 1197, y ya por encargo de su sucesor, Sancho VII el Fuerte, Fernando Pérez de Funes se encargó de seleccionar y adaptar los textos bíblicos y ordenar sus correspondientes ilustraciones, elaboradas por la mano de al menos cuatro pintores y tres escribanos, según han podido constatar algunos especialistas en el análisis de códices medievales.

El ejemplar de Amiens se conoce habitualmente como Biblia del Rey Sancho o Biblia primera de Pamplona. Al terminarla, el monarca le encargó un segundo ejemplar como regalo para una mujer de alto rango social. Por este motivo, la Biblia segunda de Pamplona, conservada en Augsburgo, se atribuye a la hermana del rey, doña Berenguela, por su matrimonio con Ricardo Corazón de León, rey de Inglaterra.

Este segundo ejemplar no fue una mera copia del anterior y es de mayor calidad. Se utilizó un pergamino más fino, se empleó mayor cantidad de oro y los pigmentos fueron más caros. Los escribanos y pintores del taller de Ferrando Petri de Funes modificaron el 40% de las escenas y añadieron otras 90 que no estaban en la primera versión.

A diferencia de otras obras de la Alta Edad Media que dan más importancia al texto que a las imágenes, y que intercalan la mayoría de ilustraciones dentro del texto, las Biblias de Pamplona basan todo el contenido en las miniaturas. En sus 271 folios de pergamino, se encuentran hasta 976 escenas, presentadas en forma de viñetas, dibujadas a pluma fina y coloreadas a la acuarela en tonos suaves, básicamente verdosos, amarillos y ocres, utilizando también el pan de oro. Las miniaturas ofrecen escenas muy complejas y de gran realismo y originalidad, en las que los pintores han utilizado como modelos a personas de su entorno.

Sus textos explicativos son breves, están escritos en letra gótica minúscula, y tienen su origen en una versión de la Vulgata de San Jerónimo (S.IV). Los códices contienen el Antiguo y el Nuevo Testamento, con la representación de 203 santos y santas, algunos muy vinculados al Reino de Navarra, como San Miguel de Aralar, San Saturnino, San Nicolás, San Martín, etc.

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