El ingeniero militar más importante de la monarquía española en el siglo XVIII fue el flamenco Jorge Próspero de Verboom, el fundador del Real Cuerpo de Ingenieros. Nacido en Flandes en 1667, sucedió a su padre D. Cornelio de Verboom como “Ingeniero Mayor de los Países Bajos” en el año 1692. Participó en numerosos sitios dirigiendo a los ingenieros en los trabajos de zapa y minado, como en Namur (1695), Barcelona (1713-14), Messina (1718) o Gibraltar (1727).
Verboom conocía a la perfección las técnicas de sitio, trazado de planos y construcción de fortificaciones por su formación con el famoso ingeniero Vauban, uno de los técnicos más innovadores de la época. En 1709 el rey Felipe V encomendó al joven Verboom la organización de los ingenieros militares y le nombró teniente general e ingeniero general de los Reales Ejércitos, además de “Cuartel Maestre General de todos los reinos, provincias de España y otros estados”. Dos años después Verboom fundó el Real Cuerpo de Ingenieros, un proyecto completado años después con la creación en Barcelona de la Real Academia Militar de Matemáticas y Fortificaciones, a imitación de la de Bruselas, donde él mismo se había formado.
En 1715 se encargó de la construcción de la Ciudadela de Barcelona, para la que tuvo que arrasar parte del barrio de la Ribera e introdujo el gusto arquitectónico francés en el paisaje urbano barcelonés. Felipe V le ordenó proyectar un nuevo barrio en el muelle del puerto de Barcelona, en una zona insalubre denominada Marvella, que coincide con la actual Barceloneta. La construcción del barrio, diseñado en 1719 por Verboom, no comenzó en realidad hasta 1753 bajo la dirección del arquitecto Paredes. Se urbanizaron una quincena de calles atravesadas por otras nueve, paralelas a la costa, con casas de planta baja y de un solo piso para no obstaculizar la acción de las baterías de la Ciudadela.
Otras obras que acometió en Cataluña fueron las ciudadela de Seo de Urgel, la reforma del castillo de Montjuich y la fortaleza de San Fernando en Figueras. También participó en numerosas obras civiles como el puerto de Málaga y los canales de riego en Murcia y Lorca.
El ingeniero Verboom residió en Pamplona entre 1725 y 1726 por su trabajo como inspector de fortificaciones y diseñó diversas infraestructuras como el Arsenal o Sala de Armas de la Ciudadela y el proyecto general de defensa que impulsó la construcción de un doble recinto de muralla. Sin embargo, de este proyecto, con claras influencias de Vauban y Fernández de Medrano, sólo se completaron el frente de Francia y el fuerte de San Bartolomé.
Fuera de España Verboom concluyó en América la fortificación de Buenos Aires y diseñó en Cuba el Fuerte de Sagua. En reconocimiento a su trayectoria y su participación en los sitios de Barcelona, Seo de Urgel y Gibraltar o la expedición a Sicilia, recibió en 1727 el título de marqués y fue ascendido a Capitán General en 1737. Murió el 19 de enero de 1744 a la edad de 77 años, siendo gobernador de la Ciudadela de Barcelona.