“Es necesario el relato de las víctimas del terrorismo, su testimonio es necesario para sentar las bases de una narrativa de deslegitimación de la violencia. En este sentido el poder pedagógico de las víctimas del terrorismo es incomparable” Son palabras de María Jimenez pronunciadas en las «Segundas Jornadas, Memoria, Relato y Verdad” organizadas por el colectivo EGO Non y patrocinadas por Sociedad Civil Navarra.
A lo largo de tres sesiones en el Civivox del Palacio del Condestable de Pamplona intervinieron, la eurodiputada, Maite Pagazaurtundua, el parlamentario foral, Iñaki Iriarte y el sociólogo, Manuel Moyano que hablaron sobre Radicalización y Discurso del Odio. El director de largometrajes, Iñaki Arteta, Alberto Nahún profesor de Comunicación Audiovisual, y la Doctora de Historia Contemporánea, Virginia López de Maturana desarrollaron el tema: el Papel de la Ficción para una Memoria compartida. Finalmente la profesora de Comunicación, María Jimenez, el secretario de Políticas Sociales de Comisiones Obreras de Navarra, Joseba Eceolaza y el periodista, Miguel Angel Idígoras disertaron sobre la importancia de los testimonios de las Victimas para la sensibilización social. En este último encuentro Idígoras puso de manifiesto el hecho de que la sociedad ha evitado durante mucho tiempo mirar de frente el problema de la violencia terrorista. Joseba Eceolaza, autor del libro “ETA, la Memoria de los detalles,” habló de la necesidad de ajustar cuentas con nosotros mismos “porque las víctimas no han formado parte en muchas ocasiones de nuestro mundo emocional. Eceolaza se preguntó ¿qué hacemos con un pasado sucio? Señaló que para que no se repita el fenómeno del terrorismo debemos profundizar en cuales fueron los esquemas que hicieron posible la muerte.
En la primera de las Mesas Redondas el parlamentario, Iñaki Iriairte señaló la necesidad de autocrítica de la izquierda abertzale. Comparando con los años 80 y 90 afirmó que es patente que no se está produciendo una radicalización en la sociedad aunque llamó la atención sobre la posibilidad de que estemos a las puertas de una nueva radicalización, en este caso la de un “leninismo de nuevo cuño.”