Desde hace meses podíamos leer que la economía mundial está frenándose. Factores como la estancación de la economía china, el valor del petróleo, la guerra de Siria o la inestabilidad política en Europa son factores muy importantes que hacen resentirse (lógicamente) a cualquier economía internacional, nacional o regional.
Si estas incertidumbres le sumamos la ineficacia y la poca capacidad de diálogo político que tenemos desde hace meses en España y que en Navarra estamos viviendo unos cambios que invitan al retroceso económico, solo podemos alertar de un futuro cercano bastante inestable para la sociedad, el trabajador y el empresario.
Es cierto que se pueden ver algunas cifras positivas, como que España es el país que más va a crecer este próximo año (con respecto a las principales potencias mundiales) o que Navarra mantiene un fuerte motor industrial y una de las tasas de paro más bajas de España. Pero con eso solo no se puede avanzar.
La economía se estanca. Y no vemos que se haga mucho por reactivarla.