Tudela tuvo dos mezquitas a lo largo de tres siglos y medio que ocupaban el actual solar de la Catedral y de la Plaza Vieja. La primera mezquita se construyó bajo el gobierno de Muza II a mediados del siglo IX. La arqueología moderna ha permitido delimitar dos áreas: un shan (patio porticado) y un haram (sala de oración).
A comienzos del siglo XI, alrededor del año 1000, el crecimiento demográfico de Tudela obligó a una ampliación y, en la práctica, a la construcción de una nueva mezquita que aprovechaba la estructura anterior. Se añadió una nave a cada lado que se prolongaba a modo de pórtico por el shan o patio y se trasladó la quibla (muro que servía para orientar la oración) casi 24 metros en dirección sureste. Junto a la puerta de entrada al patio se levantó un alminar o torre de planta cuadrada.
En el exterior, la mezquita de Tudela tenía una bellísima cornisa decorada con una excepcional decoración cromada: un fantástico repertorio de modillones estucados que seguían el modelo califal. Algunos se han conservado aunque lamentablemente han perdido sus colores originales. El aspecto de la mezquita presentaba un aspecto de fortaleza con sólidos contrafuertes coronados por almenas escalonadas.