La gran ola del euskera toma impulso a golpe de decreto y presupuesto sin fin. Luego llegará la segunda parte: el maná de los empleos públicos con plazas perfiladas lingüisticamente, los contratos con los ayuntamientos… Pagaremos todos los navarros, pero se frotarán las manos unos pocos y muchos vecinos al otro lado de Leizarán. Nafarroa, tierra de oportunidades… para algunos.
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