Como consecuencia de la supresión del Convenio entre el Gobierno de Navarra y la Clínica Universidad de Navarra para la atención sanitaria de los trabajadores de la Universidad de Navarra en dicho centro hospitalario, cabe preguntarse si existe alguna situación similar en el País Vasco. La respuesta es que sí, que existe un caso de las mismas características. Se trata del prestigioso Instituto Oncológico de San Sebastián, que es un centro que se dedica a la prevención, diagnóstico y tratamiento del cáncer, además de otras especialidades médico-quirúrgicas. Este centro formó parte de la Obra Social de la Kutxa hasta 2010, momento en que la entidad bancaria lo transformó en una fundación privada.
Se da la circunstancia de que el “Oncológico” siempre ha tenido concierto con el Servicio Vasco de Salud. En el año 2012 el Gobierno Vasco financió el 85% de su presupuesto con 24 millones de euros, el resto (3,5 millones) fue aportado por la Kutxa. En 2013, después de una situación de dudas y tensiones entre los partidos políticos sobre la continuidad o no del convenio, el Gobierno Vasco renovó dicho convenio por un periodo de 5 años, con una ampliación a nuevas formas de colaboración y actuación.
En consecuencia, existen dos organismos o instituciones sanitarias de titularidad privada, el Oncológico de San Sebastián y la Clínica Universidad de Navarra, cada una de ellas muy importante en su respectivo ámbito geográfico de actuación, País Vasco y Navarra, que van a tener un tratamiento opuesto por parte de los gobiernos vasco y navarro, presididos ambos por un miembro del Partido Nacionalista Vasco (PNV) -con la marca de Geroa Bai en Navarra-. Actuaciones como estas no parecen serias y coherentes y, por tanto, no van ser comprendidas por una parte importante de la sociedad civil navarra.